El sentido común es el menos común de todos los sentidos.
¡Vaya tela como está el mundo!, no sólo el contexto nacional también el internacional, seguimos sin agua y sigue habiendo terraplanistas; como decía Obelix: ¡ están locos estos romanos! Es curioso cómo sobre el papel las legislaciones nacionales e internacionales que aplican los gobiernos llamados democráticos tienen como objetivo el bien común, pero como bien dice el refranero del pueblo el que hace la ley hace la trampa , y los actos sólo tienen consecuencias cuando no tienes padrino. Asistimos a faltas de respeto continuas y de elocuencia generalizada o soberbia que son males transversales, además no llevo nada bien que me hablen como si fuese imbécil. Me fastidia que quien se dedica a la política, que cobra un sueldo público no accesible para la mayoría de los mortales, no cumpla con su misión, que es ponerse de acuerdo para el bien común, y sobre eso no leo nada. Eso sí, el sablazo de impuestos, evidentemente necesarios, no está vinculado a la eficiencia y eficacia de su activida